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jueves, septiembre 29, 2005

CICERON


Cansancio Y Dolor

Hay una diferencia entre el cansancio y el dolor; son realidades en todo vecinas, pero sin embargo distintas. El cansancio es un esfuerzo moral o psíquico ante la realización de una tarea bastante penosa; el dolor, una dura sacudida psíquica, que violenta nuestros sentidos. Son dos realidades, pues, y los griegos, cuya lengua es más rica que la nuestra, solo poseen un término para ambos conceptos. De modo que los hombres energéticos son, para ellos, personas que se complacen, o mejor dicho, aman el dolor; para nosotros, con mayor exactitud, son personas resistentes al cansancio; una cosa es, en efecto, cansarse y otra sufrir. ¡Cómo a veces te faltan palabras, Grecia, cuando las crees tener siempre sobradas! Sí, una cosa es sufrir y otra cansarse; cuando le cortaban las várices, Herio sufría; cuando con gran calor, avanzaba a la cabeza de su ejercito, se cansaba. Entre ambos conceptos hay, no obstante, cierta analogía: a fuerza de habituarnos o las fatigas nos vuelven más resistentes.

domingo, septiembre 25, 2005

LA MAR

- -Encontré esto entre unos papeles antiguos míos… no me acuerdo de haberlo escrito y menos cuando (debe haber sido hace mucho tiempo) pero me hizo sentido--
“Me acerco a ese lugar que tal vez no conozco
es un mar furioso,
ansioso de hablar de gritar su desesperación.
Siento lejanía, miedo.

Es tan inmenso y no lo conozco,
es hermoso a nadie le cabe duda,
pero yo no puedo penetrarlo,
no puedo entenderlo,
hay recuerdos, pero es extraño
pues nunca los viví.
Es una sensación de nostalgia,
de algo que me deja sola,
inmenso, del cual nunca forme parte.
Creo que parte de mi identidad esta perdida,
ya que no tengo relación con el mar
y eso me asusta.
El Pacifico ha empapado el aire de pasión
creo que yo no estuve ahí para recibir un poco
… yo no me encanto con el mar…”

jueves, septiembre 01, 2005

NO TE SALVES

No te salves
No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves
ahora ni nunca
no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo
pero si pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júblio
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas
entonces
no te quedes conmigo.

Mario Benedetti