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martes, abril 25, 2006

Huautla, Zona Mazateca














Antes de...
Tengo que escribir mi experiencia de un principio.. me da miedo olvidarlaaa…. llegamos ha ese lugar creo que a las 5:30 de la mañana… oscuro… realmente oscuro.. nos iluminaba una luna menguante que con suerte nos mostraba la difusa sombra de la vegetación de aquel lugar… caminamos.. con miedo, con ansias… sintiendo cada sonido de los árboles gigantescos, de los pájaros exóticos… pero no veíamos nada… caminamos y caminamos... le preguntamos a un par de personas nuestro rumbo y mirando hacia el suelo nos daban vagas señales de por donde debíamos continuar… siguiendo sus difusas explicaciones, nuestra intuición y los fuertes latidos de nuestro corazón, fuimos ha dar detrás de la escuela, ha una casa extraña.. creo que tenia dos o tres puertas y sobre estas pintada unas cruces blancas, tocamos la puerta sin saber muy bien lo que hacíamos… y una viejita de unos 70 años.. nos abre.. estaba cubierta con una manta… intentando dormir en un sillón que había en la entrada de la casa… como si nos estuviera esperando, ella lo sabia todo, sin hablarnos… nos muestra una habitación en un segundo piso… nos dice duerman… subimos y dormimos… nerviosos.. Nos costo mucho conciliar el sueño… dormimos aproximadamente hasta las 10… luego bajamos y vimos la casa llena de flores.. Estaba llena de jarras con flores aromáticas… todo olía a flor.. Era un ambiente agradable… Ese día había un eminente sol… pero no hacia calor… estábamos en medio de la montaña… de la sierra, al bajar Mama julia nos tomo el hombro y nos llevo a una especie de cocina, ha tomar un café… era un café delicioso…lo tomamos.. con unos panes dulces un poco añejos.. y decidimos salir de la casa a dar una vuelta por el pequeño pueblo… al salir..rápidamente uno va notando la energías que emergen desde su tierra, su gente y sus mercados… un efecto mágico que se concilia en el ambiente permanentemente, pero también se divisaban las miradas de quienes sabían a lo que habíamos venido y nos sentían como extraños… Realmente compartimos ese lugar, pero en ningún momento dejamos de ser turistas, las miradas de sus habitantes no dejaban de recordárnoslos.
Caminando por el mercado nos compramos un par de plátanos… y en un almacén unos queques, traíamos hambre, pero mas que eso temíamos... temíamos que nos hiciera demasiado efecto… seguimos caminando… nos acercamos a una quebrada, veíamos como la vegetación no dejaba espacio para nada mas.. había tapado todo… El mismo paisaje que en la noche nos había causado miedo y muchísimo misterio, ahora nos abrazaba y maravillaba...


martes, abril 04, 2006

El hombre imaginario
















Escultura Yolanta, profesora de taller 4

El hombre imaginario
vive en una mansión imaginaria
rodeada de árboles imaginarios
a la orilla de un río imaginario.
De los muros que son imaginarios
penden antiguos cuadros imaginarios
irreparables grietas imaginarias
que representan hechos imaginarios
ocurridos en mundos imaginarios
en lugares y tiempos imaginarios.
Todas las tardes imaginarias
sube las escaleras imaginarias
y se asoma al balcón imaginario
a mirar el paisaje imaginario
que consiste en un valle imaginario
circundado de cerros imaginarios.
Sombras imaginarias
vienen por el camino imaginario
entonando canciones imaginarias
a la muerte del sol imaginario.
Y en las noches de luna imaginaria
sueña con la mujer imaginaria
que le brindó su amor imaginario
vuelve a sentir ese mismo dolor
ese mismo placer imaginario
y vuelve a palpitar
el corazón del hombre imaginario
.