El SALUDO!
el saludo como relación social y como elemento simbólico (ritual). Aunque el saludo sea un universal en todas las culturas el modo en que se realiza es específico de cada una. Esto es debido a que el saludo no es un acto o un gesto aislado, si no que es una secuencia de actos: sonrisa y elevación de las cejas a distancia, besos y darse la mano cuando se está cerca, etc.
En los comienzos de la raza humana, antes de la evolución del lenguaje, el hombre se comunica de la única forma que era capaz de hacerlo: no verbalmente. Los animales continúan comunicándose de este modo y mucho de ellos son capaces de intercambiar información en una medida mucho mayor de lo que se hubiese creído hasta hace poco tiempo. En ciertos aspectos, el comportamiento no verbal de los seres humanos es notablemente parecido al de los animales, especialmente al de los otros primates. Nos comunicamos algunas cosas en la misma forma de los animales; pero desde la aparición de la palabra no somos consientes de aquello.
Entonces pregunta Flora Davis en su libro Comunicación no verbal ¿Hasta que punto puede entenderse el comportamiento del hombre como un producto del proceso evolutivo?
Algunas expresiones faciales podrían estar precodificadas en los genes que determinan la estructura del cerebro, y en consecuencia determinan un eventual comportamiento. Cuando una conducta universal en el hombre se encuentra también en primates inferiores, se suele tomar como evidencia adicional de su naturaleza hereditaria
Estudios recientes sobre el saludo nos proporcionan algunos ejemplos más curioso de pautas de conducta compartidas por el hombre y el simio. Según parece, todos los animales salvajes se saludan entre sí, y los simios lo hacen mediante gestos muy similares a los del hombre.
“[…] Los etólogos creen que entre los animales el saludo constituye a menudo una ceremonia de apaciguamiento”[…] “Cualquier persona que lo dude que el saludo cumple una función similar entre el genero humano, que trate de no saludar a sus amigos y parientes durante una semana. Rápidamente cosechará sentimientos heridos, resentimiento y enojo” (Davis 60)
El etólogo austriaco Irenaus Eibl-Eibesfeld opina que algunas facetas de las pautas de saludo son realmente universales. En todas las culturas que ha estudiado, comprobó que los amigos, al avistarse a distancia, se sonríen, y luego, si están de muy buen humor, hacen un rápido movimientos de cejas –lo denominan un *Flash*- e inclinan la cabeza.
Por otra parte, existen amplias ilustraciones de modo de saludar que difieren totalmente de una cultura a otra, por ejemplo los indios austriacos, de los japoneses y americanos.
¿Cómo explicar que el saludo sea al mismo tiempo universal a toda la humanidad y específico a cada cultura?
La respuesta se aclara si consideramos el saludo no como un acto aislado, sino como una secuencia de actos. La sonrisa y el *flash* de las cejas ocurren a distancia, mientras que el rozar las mejillas ocurre cuando esta cerca.
Es importante también mencionar que la mayoría de los encuentros entre seres humanos no sólo comienzan con un saludo, también terminan con alguna clase de despedida. […]“La gente vuelve a aproximarse y realiza un ritual de despedida. Loapaciguamiento. Durante un encuentro, todos están presumiblemente ocupados con lo que está pasando, pero al separarse pueden liberarse agresiones contenidas. De cualquier manera no hay nada más vulnerable que un individuo en retirada. En algunas sociedades, al alejarse de la presencia de la ley, es tradicional hacerlo hacia atrás, lo que permite inclinarse y, de paso, guardarse las espaldas.” (Davis 66)
s etólogos sugieren que, como en el caso de la bienvenida, puede tratarse de un gesto de Los encuentros entre seres humanos no sólo comienzan con un saludo, también terminan con alguna clase de despedida. La gente vuelve a aproximarse y realiza un ritual de despedida. Los etólogos sugieren que, como el caso de la bienvenida, puede tratarse de un gesto de apaciguamiento. Durante un encuentro, todos están presumiblemente ocupados con lo que está pasando, pero al separarse pueden liberarse de las agresiones contenidas. De cualquier manera no hay nada más vulnerable que un individuo en retirada.
Claro esta que los seres humanos pueden apaciguarse con palabras lo mismo que con rituales, tranquilizarse mutuamente con lo que dicen. De cualquier modo, no vivimos con la sensación de estar en peligro físico inminente cada vez que nos encontramos cara a cara con otra persona. Pero al escuchar a los etólogos y observar los videos de la estación, emerge la pregunta si, a un nivel inconsciente profundo, no estaremos manteniendo la precaución física de nuestros antepasados primates.
En los comienzos de la raza humana, antes de la evolución del lenguaje, el hombre se comunica de la única forma que era capaz de hacerlo: no verbalmente. Los animales continúan comunicándose de este modo y mucho de ellos son capaces de intercambiar información en una medida mucho mayor de lo que se hubiese creído hasta hace poco tiempo. En ciertos aspectos, el comportamiento no verbal de los seres humanos es notablemente parecido al de los animales, especialmente al de los otros primates. Nos comunicamos algunas cosas en la misma forma de los animales; pero desde la aparición de la palabra no somos consientes de aquello.
Entonces pregunta Flora Davis en su libro Comunicación no verbal ¿Hasta que punto puede entenderse el comportamiento del hombre como un producto del proceso evolutivo?
Algunas expresiones faciales podrían estar precodificadas en los genes que determinan la estructura del cerebro, y en consecuencia determinan un eventual comportamiento. Cuando una conducta universal en el hombre se encuentra también en primates inferiores, se suele tomar como evidencia adicional de su naturaleza hereditaria
Estudios recientes sobre el saludo nos proporcionan algunos ejemplos más curioso de pautas de conducta compartidas por el hombre y el simio. Según parece, todos los animales salvajes se saludan entre sí, y los simios lo hacen mediante gestos muy similares a los del hombre.
“[…] Los etólogos creen que entre los animales el saludo constituye a menudo una ceremonia de apaciguamiento”[…] “Cualquier persona que lo dude que el saludo cumple una función similar entre el genero humano, que trate de no saludar a sus amigos y parientes durante una semana. Rápidamente cosechará sentimientos heridos, resentimiento y enojo” (Davis 60)
El etólogo austriaco Irenaus Eibl-Eibesfeld opina que algunas facetas de las pautas de saludo son realmente universales. En todas las culturas que ha estudiado, comprobó que los amigos, al avistarse a distancia, se sonríen, y luego, si están de muy buen humor, hacen un rápido movimientos de cejas –lo denominan un *Flash*- e inclinan la cabeza.
Por otra parte, existen amplias ilustraciones de modo de saludar que difieren totalmente de una cultura a otra, por ejemplo los indios austriacos, de los japoneses y americanos.
¿Cómo explicar que el saludo sea al mismo tiempo universal a toda la humanidad y específico a cada cultura?
La respuesta se aclara si consideramos el saludo no como un acto aislado, sino como una secuencia de actos. La sonrisa y el *flash* de las cejas ocurren a distancia, mientras que el rozar las mejillas ocurre cuando esta cerca.
Es importante también mencionar que la mayoría de los encuentros entre seres humanos no sólo comienzan con un saludo, también terminan con alguna clase de despedida. […]“La gente vuelve a aproximarse y realiza un ritual de despedida. Loapaciguamiento. Durante un encuentro, todos están presumiblemente ocupados con lo que está pasando, pero al separarse pueden liberarse agresiones contenidas. De cualquier manera no hay nada más vulnerable que un individuo en retirada. En algunas sociedades, al alejarse de la presencia de la ley, es tradicional hacerlo hacia atrás, lo que permite inclinarse y, de paso, guardarse las espaldas.” (Davis 66)
s etólogos sugieren que, como en el caso de la bienvenida, puede tratarse de un gesto de Los encuentros entre seres humanos no sólo comienzan con un saludo, también terminan con alguna clase de despedida. La gente vuelve a aproximarse y realiza un ritual de despedida. Los etólogos sugieren que, como el caso de la bienvenida, puede tratarse de un gesto de apaciguamiento. Durante un encuentro, todos están presumiblemente ocupados con lo que está pasando, pero al separarse pueden liberarse de las agresiones contenidas. De cualquier manera no hay nada más vulnerable que un individuo en retirada.
Claro esta que los seres humanos pueden apaciguarse con palabras lo mismo que con rituales, tranquilizarse mutuamente con lo que dicen. De cualquier modo, no vivimos con la sensación de estar en peligro físico inminente cada vez que nos encontramos cara a cara con otra persona. Pero al escuchar a los etólogos y observar los videos de la estación, emerge la pregunta si, a un nivel inconsciente profundo, no estaremos manteniendo la precaución física de nuestros antepasados primates.
posted by mercedes at 11:31 p. m.
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