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lunes, enero 28, 2008

Mapuche


Bosques milenarios, que llegan hasta el cielo que traspasan las fronteras del séptimo escalón del rehue, desde el estado del espíritu con sus raíces en la tierra han podido ver las realidades diversas de su pueblo, arboles que no hablan pero sin embargo sientes y lloran cada cierto tiempo para mostrar su tristeza, angustia de ver a su pueblo marginado, perciben que la manera en como ellos pisan hoy su amada tierra húmeda, no es la misma ya no la acarician, sino la pisan fuerte asiéndole llagas a su Mapu, para ver si de esta manera sus huellas no se borran, o no se las borran.
Encontrándose sobre la montaña gritando su cántico furioso y sordo para “los otros” los que no lo conocen, tejiendo su verdad con hilos vegetales que se desasen mientras lo están hilando. Realidades silenciosas, escondidas, difusas, prácticamente inventadas por aquellos que la ven de afuera, o que simplemente no la ven.
Es un pueblo que dialoga con un alfabeto mágico e incomprendido, dotado de miradas, manos, verdad, resistencia y corazón

viernes, enero 04, 2008

oye

Me dieron ganas de escribirte… en realidad siempre después de despedirme me dan ganas de escribir… es como si el tiempo que me da la vida se me hiciera poco, o que al no sentir un espacio (distancia) con la otra persona no siento, o me embobo con emociones o sensaciones momentáneas y no logro sentir realmente.
Mmmm… lo que me pasa y siento son sensaciones completamente contradictorias pero no por eso poco agradables, no entiendo el calor que me acoge en tus ojos cuando me miraí cuando los abres y siento que veo más allá de tu cabeza, en contraparte de la sonrisa picara, tal vez algo sarcástica que esconde algo más que tu cara, tu historia “la otra historia, la que no se cuenta en el relato oficial”.
Es extraño ese personajillo que me cautivo riendo, llamando la atención de quien se cruzara en su camino para sacarle una sonrisa, reírse de el o con el, o simplemente para alimentar su ego sintiéndose observado, existente.
Las manos tibias de cariño honesto que afirman las espaldas heridas y curtidas, me tocaron, me tocaban con especial ahínco… me hacían sentir bien, segura,… tal vez un poco real…
Esos espacios invisibles de códigos absurdos y risas sin sentido… me llenan… me hacen recordarme… si a mi… en mi historia no oficial, no siendo, nadie, estar viviendo el ahora sin mañana… sin pensar, sin mas que intentar lograr una sonrisa tras de otra, sin parar, sin detenerse, lograr ese éxtasis de risa, dolor de estomago crónico que hace olvidar hasta el mas remoto de los pensamientos.
Por otra parte siento un poco de rabia de haber logrado conocer más de lo necesario… tal vez hubiese estado bien hasta antes. Cuando el sinsentido y lo patéticamente incorrecto reinaba, cuando no éramos mas que dos desconocidos mirándonos a los ojos, tratando de descifrar el lado mas superfluo del corazón, sin implicarse demasiado, sin sentir, sin recordar a cada instante que estamos en un puto mundo real, que por mas que uno trate de olvidarlo este no pierde oportunidad de aterrizar, en resumen me gustaba más cuando no éramos.
Lo extraño es estar acá escribiéndote sin tiempo, diciendo cosas que escasamente entenderías, hablando mas allá del par de códigos que hicimos… haciendo uso de espacios aun no recorridos.. pero tu empezaste con eso… de hacer uso de espacios inexistentes, eso no me molesta pero es algo particular.. Esta claro que no es adrede, aunque en mi caso sí lo es, tal vez para tratar de expresarme a costa de pisar flores con mis bototos… y lograr que mates polillas con tus miradas.
Quiero decirte más cosas… oye… muchas cosas.. pero no se como… creo que a mi siempre me sobran las palabras soy una adicta a la expresión a lograr plasmar corazones, sangre, entrañas y vómitos.. en los papeles de la mente, miles de palabras sobran… deberían meterse las cartas al acido como se hace en los grabados, para limpiar tanta mugre y poder leer lo que se tiene que leer… tanta mierda desbocada, sin orden ni anzuelo.